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violencia machista

La omisión de la violencia de género en acuerdos políticos con Vox: un retroceso en la lucha contra la violencia machista.

La omisión de la violencia de género en acuerdos políticos con Vox: un retroceso en la lucha contra la violencia machista.

En los acuerdos que el Partido Popular está firmando con Vox para gobernar en ayuntamientos y comunidades, se está dando una clara omisión de la violencia de género. La alianza sellada entre ambas formaciones está dando lugar a la aceptación del discurso negacionista que la extrema derecha enarbola desde su entrada en las instituciones. Este hecho se traduce en una ofensiva ideológica que nos recuerda a la España que precedió a la ley integral de 2004 y a la toma de conciencia colectiva que originó.

Antes de ese punto de inflexión, hace dos décadas, las agresiones machistas estaban diluidas en un único concepto, el de la violencia. Sin embargo, en la actualidad, la sociedad ha avanzado y se ha tomado conciencia de la gravedad de la violencia de género. Desde esta perspectiva, resulta preocupante que se esté obviando el término violencia machista en los acuerdos políticos.

Es importante recordar que la violencia de género es una realidad que afecta a un gran número de mujeres en nuestro país. Por ello, resulta imprescindible que se tomen medidas para luchar contra ella. Entre ellas, destacan la implementación de políticas de igualdad de género, la promoción de los derechos civiles y la defensa de los derechos laborales.

En este sentido, resulta fundamental que se realice una labor de concienciación en la sociedad para erradicar la violencia machista. Desde el ámbito político, se deben impulsar medidas que permitan la expansión de los servicios públicos y la reducción de la desigualdad. Además, es necesario que se defiendan los derechos de las mujeres en todas las áreas, incluyendo el laboral y el económico.

Resulta preocupante que el discurso negacionista que la extrema derecha está enarblando haya conseguido influir en los acuerdos políticos. Este hecho supone un retroceso en la lucha contra la violencia de género y puede dar lugar a una banalización de la misma. Por ello, es imprescindible que se realice una labor de concienciación y que se tomen medidas para luchar contra la violencia machista.

En definitiva, desde una perspectiva de equidad y justicia social, resulta fundamental que se defiendan los derechos de las mujeres y que se luche contra la violencia de género. La implementación de políticas de igualdad de género, la defensa de los derechos laborales y la expansión de los servicios públicos son medidas imprescindibles para conseguir una sociedad más justa e igualitaria. En este sentido, resulta necesario que se evite la banalización de la violencia machista y que se realice una labor de concienciación para erradicarla.

Controversia en España por condena a Ministra de Igualdad

Controversia en España por condena a Ministra de Igualdad

La reciente condena de la Ministra de Igualdad, Irene Montero, por el Tribunal Supremo ha generado una gran controversia en la sociedad española. En concreto, el tribunal ha condenado a Montero a indemnizar con 18.000 euros a un hombre al que acusó en falso de ser un maltratador.

Este fallo ha sido muy comentado en los medios de comunicación y en las redes sociales, y ha generado un intenso debate sobre la libertad de expresión y el derecho al honor. Algunos consideran que la condena es una justa reparación a la víctima de las acusaciones infundadas de la ministra, mientras que otros ven en ella un ataque a la libertad de expresión y un intento de coartar la labor política de la izquierda.

En mi opinión, la condena es justa y necesaria. Es importante recordar que la libertad de expresión no es absoluta, y que está limitada por otros derechos fundamentales, como el derecho al honor y a la intimidad. En este caso, la ministra ha vulnerado estos derechos al acusar falsamente a un ciudadano de un delito tan grave como el maltrato.

Además, es importante señalar que las acusaciones de Irene Montero se produjeron en el contexto de un caso muy mediático como es el de Infancia Libre, en el que se investigaba una presunta trama de sustracción de menores por parte de miembros de esta asociación. En este contexto, las acusaciones de la ministra podían haber tenido graves consecuencias para la vida personal y profesional del acusado.

Por otro lado, es importante destacar que la condena no supone un ataque a la libertad de expresión, sino que es una consecuencia lógica de las acusaciones infundadas de la ministra. La libertad de expresión no da derecho a difamar a otras personas ni a vulnerar sus derechos fundamentales.

En definitiva, la condena a Irene Montero es una muestra de que en España existen unos límites claros a la libertad de expresión, y que estos límites son necesarios para garantizar la convivencia democrática y el respeto a los derechos fundamentales de todas las personas.