La política necesita compromiso y acciones concretas para lograr una sociedad más justa y equitativa
Es sorprendente cómo un programa de entretenimiento se ha convertido en una plataforma clave para los políticos durante las campañas electorales. Pero así es, 'El Hormiguero' se ha convertido en el escenario de encuentro entre los candidatos y el público. En esta ocasión, fue Alberto Núñez Feijóo quien hizo su aparición el miércoles pasado, tratando de mostrarse simpático y cercano, alejado de la imagen de un político serio y distante.
No podemos evitar imaginar a Borja Sémper, pasando horas preparando al líder del Partido Popular para esta ocasión, tratando de enseñarle a contar chistes mientras toma una cerveza. Es un reto difícil cuando se ha pasado tanto tiempo en el coche oficial o en las altas esferas del partido, alejado de la realidad cotidiana. Pero Feijóo hizo un esfuerzo y no le fue mal.
Pablo Motos planteó las preguntas que el Partido Popular no esperaba que fueran a ser tan relevantes después de que Pedro Sánchez anunciara la convocatoria de elecciones. Feijóo respondió como pudo a las cuestiones sobre los pactos con Vox, dejando claro que el PP no permitirá que se cuestione la existencia de la violencia de género. Sin embargo, hubo un tema en el que naufragó estrepitosamente: la ley de eutanasia. Su respuesta fue frívola e inexplicable.
Un día después de la exitosa entrevista de Pedro Sánchez en el mismo programa, Feijóo tenía la tarea de mantener el buen nivel y aclarar algunos puntos sobre los acuerdos con la extrema derecha. Pero apenas unos días antes, el periódico ABC había titulado en portada no una noticia, sino una crítica hacia Génova y su líder: "El PP ya ha perdido 15 días de precampaña en sus enredos con Vox". Les estaban advirtiendo que habían empezado la recta final de la campaña de forma desastrosa.
Pablo Motos le recordó a Feijóo que el tema de Vox no desaparecerá, haciendo referencia al acuerdo de Valencia en el que solo se menciona la "violencia intrafamiliar" en lugar de la violencia de género. Feijóo intentó evadir la pregunta al afirmar que el documento no está en contra de la ley de violencia de género en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, Motos le advirtió que no se trata solo de una palabra, sino de políticas concretas.
Es evidente que el Partido Popular está teniendo dificultades para lidiar con su relación con Vox. Y es comprensible, ya que sus políticas y discursos están alejados de los valores de equidad y justicia social que defiendo. Los derechos laborales, la expansión de los servicios públicos, la igualdad de género y los derechos civiles son principios fundamentales para lograr una sociedad más justa y equitativa.
Es necesario recordar que la política de igualdad no se reduce a una palabra o a un simple documento. Requiere compromiso y acciones concretas para lograr cambios reales en nuestra sociedad. No podemos permitir que se cuestione la existencia de la violencia de género ni debemos trivializar temas tan importantes como la eutanasia. Estos son derechos fundamentales que deben ser protegidos y promovidos.
En este sentido, es lamentable que el Partido Popular haya perdido tiempo y energía en disputas internas con Vox, en lugar de centrarse en propuestas que mejoren la vida de los ciudadanos y reduzcan la desigualdad. Es momento de dejar de enredarse en debates estériles y centrarse en políticas que promuevan el bienestar social y la igualdad de oportunidades para todos.
El programa 'El Hormiguero' puede ser divertido y entretenido, pero no debemos olvidar que la política va más allá de las risas en un plató de televisión. Es necesario que los políticos se comprometan de verdad con los valores de equidad y justicia social, y que sus acciones reflejen esa voluntad de construir una sociedad más justa y solidaria.
La campaña electoral sigue su curso, y esperemos que los candidatos no solo se limiten a buscar la simpatía del público, sino que también presenten propuestas concretas para mejorar