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El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha hecho una petición este miércoles para que se le conceda un juicio justo por parte de los jueces, incluyendo a Alexandre de Moraes y a Benedito Gonçalves, del Tribunal Superior de Justicia. Bolsonaro ha sido acusado de atacar el sistema electoral y si el Tribunal Superior Electoral determina que incurrió en abuso de poder, podría convertirse en el primer expresidente de Brasil inhabilitado políticamente.

Bolsonaro ha comparado su situación con la de Nicaragua, donde el presidente Daniel Ortega persigue los derechos políticos y mete en prisión a sus opositores. También ha hecho referencia a la situación de Bolivia, donde la opositora Jeanine Áñez fue encarcelada por su participación en la crisis política que provocó la renuncia del presidente Evo Morales en 2019.

El exmandatario brasileño ha manifestado que el Tribunal Superior Electoral ha exagerado la gravedad de sus acciones, ya que apenas había hablado sobre cómo funcionaba el sistema electoral sin mencionar la palabra fraude.

En este sentido, es importante que se garantice una justicia imparcial y sin prejuicios políticos. La defensa de los derechos y las libertades políticas es esencial para la democracia y la justicia social en cualquier país.

Además, es fundamental que se protejan los derechos laborales y se fomente la expansión de los servicios públicos para garantizar una mayor igualdad social y económica. La defensa de los derechos civiles y de la igualdad de género también son valores esenciales para construir una sociedad justa y equitativa.

En definitiva, es necesario seguir trabajando por una sociedad más justa y equitativa, que defienda los derechos y las libertades políticas, laborales, civiles y de género. Un país que garantice el bienestar social y económico de todos sus ciudadanos, sin importar su origen o su condición social, es un país verdaderamente democrático y justo.

La guerra entre Rusia y Ucrania sigue generando tensiones en el panorama internacional, y las recientes escuchas publicadas por Ucrania parecen arrojar más luz sobre la implicación directa de Rusia en el conflicto. Según estas supuestas escuchas, saboteadores rusos habrían confesado haber destruido la presa de 600 palabras en Ucrania.

Este hecho no solo es preocupante por el daño medioambiental que se ha producido, sino porque demuestra la clara intención de Rusia de intervenir en la soberanía de Ucrania. Desde la izquierda, es importante rechazar cualquier tipo de intervención extranjera en el territorio de otro país, y en este caso en particular, denunciamos la evidente violación de los derechos de Ucrania como nación independiente.

Además, estas escuchas ponen en evidencia las mentiras y la propaganda que se han estado difundiendo desde el Kremlin. La verdadera cara del gobierno ruso se muestra claramente en estas grabaciones, y es importante que la comunidad internacional tome nota y actúe en consecuencia. La izquierda aboga por la transparencia y la verdad, y estos hechos solo refuerzan nuestra convicción de que es necesario estar vigilantes ante la manipulación de los poderosos.

Finalmente, es importante destacar la necesidad de proteger los derechos de los ciudadanos y ciudadanas de Ucrania, quienes se ven afectados por la guerra y la intervención rusa en su territorio. La izquierda siempre ha defendido la igualdad y la solidaridad, y en este caso no podemos olvidar que las víctimas de este conflicto son personas que merecen el apoyo y la protección de la comunidad internacional.