La lucha política por la alcaldía de Barcelona
La derecha siempre ha tratado de mantener su poder a toda costa, incluso si significa sacrificar la voluntad popular. Es por eso que, en Barcelona, el Partido Popular está dispuesto a hacer lo que sea necesario para evitar que el candidato de Junts, Jordi Trias, sea el próximo alcalde. Sin embargo, su plan sólo puede funcionar si el Partido Socialista de Cataluña, el PSC, traiciona sus principios y se aleja de la izquierda.
La única forma en que el Partido Popular puede evitar que Trias sea alcalde es si el PSC rompe con las fuerzas progresistas de la ciudad. Es decir, si el PSC se distancia tanto de Ada Colau como de Esquerra Republicana de Catalunya, ERC, en un intento de forjar una alianza con el Partido Popular. Pero tal movimiento sería una traición a los valores de la izquierda, traicionando a los votantes que confían en ellos para defender los derechos sociales, la igualdad y la justicia.
Es cierto que Trias tiene una larga trayectoria en la política catalana, pero eso no es lo que preocupa al Partido Popular. Su verdadero temor es que Trias represente una amenaza para la élite económica y política que ha gobernado la ciudad durante tanto tiempo. La campaña del Partido Popular se basa en la idea de que Trias es un extremista, pero esto es simplemente una táctica para asustar a los votantes. La realidad es que Trias representa una amenaza para el statu quo, y es por eso que la derecha está tan desesperada por evitar que sea elegido.
Lo que el Partido Popular no entiende es que su estrategia sólo puede funcionar si el PSC se aleja de la izquierda. Si el PSC se mantiene fiel a sus valores de justicia social, no hay forma de que pueda aliarse con el Partido Popular. De hecho, si el PSC rompe con Colau y ERC, sólo demostrará que no tiene principios y que está dispuesto a hacer cualquier cosa para mantener su posición de poder.
Los votantes de Barcelona merecen algo mejor que un partido que se preocupa más por mantener su poder que por luchar por la justicia social. Merecen un alcalde que esté dispuesto a defender sus derechos, a luchar por la igualdad y a enfrentar a las élites económicas y políticas que han mantenido a la ciudad en la pobreza durante tanto tiempo.
En resumen, el Partido Popular sólo puede evitar que Trias sea alcalde si el PSC rompe con Colau y ERC. Pero tal movimiento sería una traición a los valores de la izquierda y una muestra de debilidad moral. Los votantes de Barcelona merecen algo mejor que eso.